Vuelvo a ser yo, después de tres semanas y media de no ser nada más que un cacho de carne ("meat loaf") dedicado en cuerpo y alma al trabajo. Y estoy decidido a soltar todo el lastre de mi vida. De nuevo, voy a rehacerme, a renovarme. Estoy cansado de nuevo de amistades pasajeras y olvidadizas, de intereses y desintereses, de ser el lastre de otras vidas, estoy hastiado de todo. Y si tengo que resetear mil veces, mil veces que resetearé. Estoy cansado de la sensación de desorientación, de la duda, de todo. A veces me siento Ebenezer Scrooge cerrando puertas en su vida y tomando decisiones equivocadas, pero hasta de eso se cansa uno: ¡que le frían al Espíritu de las Navidades Futuras, a la precaución y la aleatoriedad de la vida! Visto lo visto, no me arrepiento de nada, salvo de haber perdido el tiempo de mi vida, que cada vez es más precioso para mi. Espero algún día borrar este blog, destruírlo y que no sea necesario que exista nunca más, espero hacer mutis por el foro, despedirme a la francesa, lo que sea con tal de recuperar mi libertad de decisión y las riendas de mi vida, así que el día que no encontreis nada en este blog, me habré liberado de mis cadenas y creo que cuanto más lejos desaparezca, mejor. Este año no es que haya vientos de cambio en mi vida, esque es un vendaval en la cuerda floja. Eso sí, es el momento de medir quién se queda y quien se va, de la renovación necesaria. Y por desgracia no me puedo parar a escuchar mucho, tengo que decidir con el motor en marcha, porque más vale lo nuevo por conocer que lo ya conocido. En definitiva: vuelvo a ser yo, para dejar de ser yo, y cuanto antes, mucho mejor.